Para los Lunes en la mañana
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Después de todo, carambola, está bien eso de que me tengan poco menos que por un loco, pero eso le sucede también a las personas sanas. En este sentido, efectivamente, todos nosotros, y con mucha frecuencia, resultamos casi dementes, con la sola diferencia de que los enfermos están algo más locos que nosotros.
El homo-armónico, no subsiste, es devorado por el caos imperante.
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